Bienvenidos a una nueva entrega de Oficio al Medio, un newsletter sobre historietas. Cada quince días, Gonzalo Ruiz y Matías Mir analizan algún cómic o alguna temática relacionada al mundo de las historietas, buscando repensar sus lecturas y conectar con otros fanáticos. En este contacto Matías recomienda una historieta digital que avanza firme hacia su edición en papel.
Efecto Malena: Cuatro años de misterio
Por Matías Mir
Los últimos meses me los pasé leyendo una novela enorme del recientemente fallecido Paul Auster llamada 4321, un libro extraordinario que narra cuatro vidas distintas de un mismo personaje. Su concepto es que una misma persona puede llegar a lugares completamente diferentes solo por las combinaciones azarosas de circunstancias y decisiones personales que se le van dando. En cierto punto de la lectura, el lector atento entiende que lo más interesante de la novela no son las diferencias entre los cuatro protagonistas sino los detalles que nos recuerdan que siguen siendo la misma persona. Las pequeñas similitudes, los reflejos, los paralelismos. Sin importar la línea temporal, el universo o la realidad, hay algo innato en cada uno que excede a la narrativa. Algunos lo llaman alma.
Con todos esos conceptos en la cabeza fue que me senté a leer los capítulos finales de Efecto Malena, ese proyecto editorial ambicioso de Rodrigo Canessa y Matías de Vincenzo que fue publicando por entregas digitales la editorial Deriva desde… 2020 (!) y que concluyó finalmente este mismo año. Toda una osadía confiar en que siga existiendo un proyecto, una editorial o un país cuatro años en el futuro, pero ahí está parte de la mística, en tener fe durante esos cuatro años aunque no haya razones.
Efecto Malena cuenta la historia de un hombre que pierde a su mujer embarazada. También cuenta la historia del mismo hombre cuya mujer no muere y tiene mellizos. Uno de esos bebés nace justo a las 00:00 hs del 29 de febrero. Malena, la nena bisiesta, es alguna clase de glitch en la matriz, una persona que nació en un día que no existe, así que solo puede existir cuando el año tiene lugar para ella. Los otros tres años, tanto ella como toda evidencia de que estuvo ahí desaparecen, incluso de los recuerdos de sus seres queridos.
Y si vos te pensás que eso era raro, agarrate, porque rápidamente la trama se complejiza para incluir saltos entre líneas temporales, personajes que se encuentran consigo mismos y no uno sino dos detectives buscando resolver sendos casos imposibles. Es una historia con mil aristas y muchos giros de tuerca, pero todo revuelve alrededor de lo mismo: la existencia y el paradero de Malena.
Qué bicho raro es en Argentina una buena serie de misterio. A la hora de producir su historia, Canessa y Vincenzo la pensaron muy bien, porque crearon un cómic que funciona perfecto para su formato: un enigma que mete un giro al final de cada capítulo y te deja con ganas de más. Yo nunca vi Lost ni Twin Peaks1, pero me imagino que haberlas seguido al día debió ser algo parecido a leer Efecto Malena. Las suposiciones, la espera desesperante, la incredulidad ante los lugares a los que llevan la historia. Esto te lo saca Image o Boom y te llena todos los foros de teorías de fans. Con cada nueva actualización, con cada “temporada”, la serie invitaba a la relectura, a buscar más pistas recontextualizadas por cada nueva revelación.
Leyendo Efecto Malena no podía parar de pensar en esas historietas de Matías de Vincenzo en solitario, como Impar3s o Retrato de un trompetista, que manejan conceptos parecidos, retazos de escenas conectadas sin muchas transiciones que te mantienen agarrado del asiento pero que también te exigen volver a leer el libro para ver todo lo que te perdiste. Ya Mati tiene atado el método para darte pistas sin que te des cuenta y después digas “aaaah, qué hijo de puta, cómo no lo vi”. Y también, por supuesto, pensaba en Mano Oculta, esa obra de Canessa en la que exploraba atmósferas inquietantes y relatos donde te hacía tener que ponerte a buscar para encontrar respuestas. De todas esas obras hay un poco acá, pero mil veces potenciado.
De todas las tramas y subtramas que hay en este libro (las de los detectives, las de las familias de Malena) hay una que me deja más intrigado y es la de Malena misma. Si bien en todo el cómic vemos y profundizamos a los demás personajes, Malena en sí es solo lo que vemos de ella, como si fuera alguien a quien nunca terminamos de conocer del todo. Esta persona que termina estando en el ojo de la tormenta por causas ajenas a su vida y cuya identidad se ve siempre quebrada por el paso del tiempo y sin embargo siempre tiene una sonrisa y siempre está buscando inspirarse e inspirar a otros. El relato troncal de todo Efecto Malena tiene que ver con el arte y el efecto en cadena de creación e inspiración que hace desarrollarse al mundo; y la forma en la que Malena (el personaje) encarna eso dice mucho sobre las pretensiones de Malena (la historieta) de parte de sus creadores.
Durante tres años, Malena no existe. Algunos la recuerdan vagamente, pero para la mayoría solo es un fantasma. Aun así, las huellas quedan. Es imposible borrar a alguien por completo. El arte, ante todos los embates, se sigue extendiendo.
Efecto Malena comenzó a publicarse en 2020 (un año bisiesto) y existió o no existió durante cuatro años hasta finalizar en 2024 (otro año bisiesto). Es también en este año con veintinueve días en febrero que sale su versión en papel de la mano de su hogar, Editorial Deriva2, otra odisea, y empieza un nuevo circuito de lecturas, que esperamos sea masivo y propicio. Nos vemos en cuatro años.
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